El distanciamiento social y los protocolos de bioseguridad en el trabajo han cambiado la forma de trabajar, llevando a una buena parte de las empresas e instituciones al teletrabajo o trabajo remoto. Se estima que más de la mitad de la población que solía trabajar en oficinas hoy lo hace desde su casa, con herramientas como Zoom, Skype y Teams, entre otras. Empresas con un mayor nivel de digitalización, han trasladado el trabajo a los hogares de sus colaboradores.
La capacitación que las empresas como parte de sus planes de formación solían impartir a sus colaboradores, no escapa de esta tendencia y también han migrado al online pasando por una serie de ajustes desde webinars o conferencias magistrales sincrónicas de corta duración a formatos más robustos y eficientes como Formación Smart, un servicio de capacitación que dispone de un portafolio de cursos y programas impartidos en forma asincrónica con una plataforma intuitiva que permite a las empresas capacitar a sus colaboradores a su propio ritmo y con mayor eficiencia.
En el medio de estos dos formatos online. Los webinars que en forma sincrónica ofrecen conferencias o seminarios de corta duración, y la capacitación asincrónica que ofrece programas más robustos en duración y profundidad, aparece un formato intermedio, una nueva modalidad en la formación, que emula la experiencia de los talleres presenciales, pero en el formato sincrónico y que para los efectos vamos a denominar “capacitación remota”.
¿Cómo funciona la capacitación remota?
La capacitación remota, intenta trasladar la capacitación presencial al formato online, ofreciendo entrenamientos en tiempo real cuya extensión y secuencia de contenidos es similar al formato presencial, pero usando las tecnologías de comunicación e información (TIC’s) como escenario, en ese sentido es sincrónica, con grupos que por lo general no superan las 30 personas.
Este formato, requiere de plataformas especiales para llevar a los participantes a salas virtuales para hacer trabajos en grupos, también hacer preguntas, intervenir y realizar presentaciones de forma similar a la experiencia de los talleres presenciales.
Un reto al asumir este formato híbrido es que requiere de apoyo técnico. Un administrador de la sala virtual y la asistencia de mecanismos de comunicación adicional, por ejemplo, un grupo de WhatsApp para mantener abierto otro canal de comunicación y estar en contacto permanente con los participantes.
¿Qué ventajas tiene la capacitación remota?
Permite hacer capacitación, en un esquema de tiempos y sincronicidad similar al modelo más conocido por las personas y por las empresas, en ese sentido se asume con más naturalidad no solo por los participantes sino también por los representantes de las empresas que pueden controlar el desempeño y la evolución de la capacitación.
A nivel de inversión, no requiere que la empresa tenga una plataforma costosa, ni pagar por licencias, solo contrata un curso para un grupo de forma similar a como lo hacía en el formato capacitación presencial.
Otra ventaja es que los facilitadores y profesores, pueden dar su entrenamiento sin tener que viajar, abaratando los costos de la capacitación, igualmente, los materiales son digitales por lo cual también se optimiza el uso de recursos, siendo un método que contribuye -además- a mejorar el medio ambiente.
¿Qué dificultades tiene la capacitación remota?
Un aspecto para considerar es hacer un diseño instruccional que se adapte al formato remoto para garantizar la atención del participante, también se deben realizar actividades donde los participantes interactúen con los contenidos, con el facilitador y otros participantes.
El facilitador no solo debe dominar el tema, sino que también debe tener la habilidad de conectar con ejemplos e historias convirtiéndose este en factor crítico de éxito similar al de la capacitación presencial.
Todo ello requiere mucha adaptación, ya que el interés de los participantes puede decaer al extenderse el tiempo, así mismo requiere de destrezas tecnológicas para dar soporte a los incidentes típicos que le surgen a los participantes durante la experiencia como fallas con el internet, o limitaciones del dispositivo desde donde se conectan para recibir la capacitación.
¿Se estandarizará la capacitación remota?
No se sabe a ciencia cierta cómo evolucionará, pero creo que se mantendrá como un recurso para empresas que no han evolucionado totalmente a la capacitación asincrónica o que por la naturaleza de la capacitación (pocos participantes o temas muy particulares y propios de una industria) requerirán este formato que es como un traje a la medida en su diseño y ejecución.
Por ahora, la capacitación remota es un formato que se ha forjado su espacio al ser un intermedio que da respuesta a la pandemia ofreciendo capacitación a distancia, sincrónica, muy similar a la tradicional.